Crónica del concierto de Ride en Madrid (sala But)

Por Ana Rguez. Borrego 0

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Presentaban su sexto disco de estudio, This Is Not A Safe Place (2019)

Podríamos decir que un concierto de Ride es un motivo de celebración en sí mismo. Aunque también es verdad que llevamos algo más de cinco años así, desde que publicaran Weather Diaries (2017), pasaran por el Tomavistas de 2018, por el Primavera anteriormente… ¿Y por qué no? Aunque los hayas descubierto tarde, se te pasa por la cabeza la “bajona” que debió ser cuando en 1996 decidieron separarse, o qué gusto comprobar que hay grupos que vuelven con la dignidad y el talento de antaño. Porque Ride no es el típico grupo que piensas “vuelven porque hay que pagar la hipoteca”: no, ellos son de los que el que tuvo, retuvo.

Y ese espíritu festivo estaba, aunque en un principio costara verlo. Cuando comenzaron Crushed Beaks, los encargados de abrir los conciertos de esta gira, la sala no estaba llena. El peligro de ser unos teloneros apenas conocidos, pero siempre merece la pena descubrir “nuevos” grupos. Sobre todo cuando te encuentras con un trío londinense tan acertado a nivel sonoro: parecías volver a esos años noventa en los que surgieron las estrellas de la noche. Tanto que en algún momento te daba por pensar si podrían ser los sobrinos favoritos de Andy Bell y Mark Gardener, o algún familiar lejano de Robert Smith.

Pero que ni los parecidos ni la juventud te engañe: Crushed Beaks ya tienen dos discos en su haber. No son unos novatos sino un grupo que saben lo que les gusta y cuáles son sus puntos fuertes. Con ciertos conatos de rapidez del punk entre melodías más próximas al dream pop, nos dejaron descubrir un grupo que nos recordaba a ese pasado de nuestra adolescencia sin resultar pasados de fecha. Quizás les falta una de esas canciones que recibe el calificativo de himno para estar en boca de todos. Su media hora amplia de presentación resultaba de lo más edificante.

Durante ese tiempo, girabas la cabeza y te chocaba un poco que la sala aún no estuviera llena. ¿Ride no ha vendido todo? Era cuestión de tiempo, porque poco antes de que comenzaran apenas se veían espacios entre el público: si no colgaron el cartel de “no hay entradas” fue por muy poco. Un público dispuesto a recordar los inicios del grupo, pues la media de edad de la mayoría de los asistentes era acorde al del cuarteto de Oxford.

Con puntualidad y sosiego, mientras sonaba una grabación de “R.I.D.E.” se hacían con el escenario. “Jump Jet”, “Future Love”… con el inicio dejaban claro que el principal objetivo del concierto era presentar su último disco. Tanto, que era curioso notar la emoción del público cuando sonaba alguna de las canciones de Going Blank Again (1992), en la primera parte, o de Nowhere (1990), en la segunda. Sería muy fácil vivir de las rentas, de la nostalgia de los fans, dándoles su ansiado soma, pero si algo no le falta al grupo es coherencia: si vuelven y ya tienen dos discos de esta segunda fase, ¿por qué no otorgarles la importancia que tienen?

Porque hay coherencia creativa y sonora. Sí, porque su setlist es un auténtico compacto, sin altibajo alguno: las canciones nuevas se ensamblan a la perfección con las antiguas, tanto que al escuchar unas junto a otros piensas “joder, qué buenos son“. Te llevan a un viaje de sonidos etéreos pero nada frágiles, creados a través de distorsiones y disquisiciones dream pop. Es uno de esos sueños de los que no quieres despertarte, porque hay acción, hay sensación de bienestar, con la sonrisa de Mark Gardener como constante. Sería la receta perfecta para solventar un ritmo cotidiano que te deja a medias y con sensación de ansiedad. Si dijéramos que la música de Ride en directo provoca bienestar, de alguna forma, no exageraríamos.

Tres temas de Nowhere parecían cerrar el concierto, pero no, claro. Ese público emocionado estaba claro que iba a pedir un bis y se lo dieron, con un claro guiño de lo que son (“In This Room”) y de lo que fueron (“Seagull”). Que no se vuelvan a ir nunca más, por favor.

Galería del concierto de Ride en Madrid

Fotos por Ignacio Sánchez-Suárez.

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