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Entrevista a Pablo Solo: La riqueza de la sencillez

Por Ana Rguez. Borrego 0

Pablo Solo

Pablo Solo actuará en Madrid, en la sala Maravillas, el próximo 7 de noviembre a las 17,00 (entradas en Wegow)

Cuanto más escuchamos sus canciones, más sospechamos que Pablo Solo es la música. Su depurada forma de componer e interpretar nos hacía sospecharlo, pero después de entrevistarlo, de conocer cómo la entiende y la vive, no es en absoluto osado el establecer esa equivalencia. Tras toda esa experiencia que fue formar parte de The Puzzles, Pablo Solo despliega sus conocimientos e intuiciones creativas sobre la música. Como un auténtico hombre orquesta, tal y como demuestra en Alondras (Folc Records, 2020), que explora sobre las posibilidades de los diferentes instrumentos que suenan en la música rock.

Por eso, no es de extrañar que su versión de “Tannenbaum” se haya convertido en una etapa más de este apasionante viaje que es conocerse a través de la música: una fructífera colaboración entre John Simon y Pablo Solo que promete grandes momentos tal y como nos cuenta a continuación.

Te querías alejar de la música y se te curó ese mal haciendo canciones. Supongo que tras el confinamiento habrás profundizado aún más en ese impulso creativo. ¿Cómo ha sido?

En mi caso el confinamiento ha sido realmente productivo. Tengo claro que para mí, el hecho de escribir canciones y grabar es en cierta manera un bálsamo. Así que lo que he hecho para “curarme” de la desidia del confinamiento ha sido escribir mi segundo disco y tratar de generar la mayor cantidad de material posible para cuando esta situación empiece a disiparse un poco.

Tras escuchar Alondras, parece que volvemos a los orígenes del rock, a esos discos de 45 rpm que tenían nuestros padres. ¿Es necesario ese retorno para entender todo lo que escuchamos ahora mismo?

Por supuesto, pero es igual de necesario estar al corriente de lo que se hace en la actualidad. Al final es una evolución (mejor o peor, esto es subjetivo) de lo que hemos vivido y hecho previamente.

Creo que la parte más positiva que vivimos en la música hoy en día es que no hay ningún tipo de barrera ni límite. Obviamente tiene su parte negativa, como es el rollo del exceso de información (podríamos estar horas debatiendo esto), pero creo que si buscas ese lado positivo puedes beneficiarte mucho como artista. Tenemos tanto a nuestra disposición que si somos un poco espabilados podemos sacarle mucho jugo.

El mercado es en ocasiones mal consejero y las discográficas suelen ser reticentes a la hora de fichar artistas emergentes. Suponemos que tú has pasado por algo similar antes de fichar con Folc Records. ¿Podríamos pensar que tienen cierto «miedo» a la aparente sencillez de tu música?

Siempre he tenido claro que vemos la inocencia con mucha condescendencia (parece mentira que todos hayamos sido niños), hay mucha belleza, creatividad, y falta de restricciones ahí. Llevar todo eso a un plano más “adulto” puede ser muy interesante y enriquecedor.

Quizá  la parte negativa de la  época que nos toca vivir es que no hay tiempo para una segunda oportunidad. Soy consciente de que mi trabajo puede resultar un poco naïf en una primera escucha. Ahí es donde creo que reside mi apuesta y mi riesgo; si le das la oportunidad a las canciones puedes darte cuenta de que hay algo más que subyace bajo esa simplicidad.

Para la edición del disco, lanzaste una campaña de crowdfunding. ¿Fue antes o después de que Folc Records se interesara por tus canciones? ¿Te parecía algo imposible de llevar a cabo?

Pues si te digo la verdad, no recuerdo bien. Pasó todo al mismo tiempo y, ahora mismo, parece que fue hace mucho. Secuelas del confinamiento, jajaja.

En ese momento sí era imposible llevar a cabo el proyecto sin financiación. No quería publicar las canciones de cualquier manera o simplemente en formato digital, y para un artista en solitario como yo supone una inversión enorme. Por suerte, mucha gente contribuyó a la causa y todo salió a las mil maravillas. Aprovecho nuevamente para dar gracias a todas y cada una de esas personas.

Grabaste más canciones de las que aparecen en Alondras, y de hecho te planteaste hacer un disco doble. ¿Qué criterio seguiste para elegir las que irían al disco?

Sí, grabé 24 temas. Mi intención era hacer una especie de diario personal reflejo del período en el que surgió todo. Pero había mucho material y, aunque para mí fuese importante, si quería lanzarlo de manera “comercial” no podía meterle ese tubo a la gente sin más.

Borja Juanco, co-productor del álbum, me animó a hacer algo más concreto y digerible. Ahora agradezco mucho haberle hecho caso.

El directo es un buen termómetro. La selección de temas funciona muy bien y parece que tiene buena acogida. Veremos qué piensa el público de Madrid el 7 de noviembre en la Sala Maravillas… tenía que meter la cuña, jajaja.

Las que quedaron fuera, ¿las publicarás más adelante?

Una de ellas, “Next Summer”, la cedí para un recopilatorio de Folc Records llamado Music for Gloves que se publicó para recaudar fondos con el objetivo de comprar material sanitario.

El resto, pues no lo sé, supongo que se quedarán ahí o las iré soltando poco a poco en plan “caras B”, pero no creo que formen parte de ningún disco. La verdad es que siempre tengo por ahí mucho material sin publicar, espero que no sean las buenas, jajaja.

Por el estilo, por tu trayectoria, es lógico que tus composiciones sean en inglés, ¿pero te has planteado en alguna ocasión usar el español? ¿Se podría decir que tu sensibilidad creativa se ha construido en ese idioma?

Totalmente, uso ese idioma como vehículo para expresarme. Por su sonoridad, matices, métrica… todo el rollo. Me he formado como compositor escuchando música en inglés y es un idioma que me ha gustado desde niño.

También te digo que no descarto escribir en ningún idioma mientras me sienta cómodo con lo que estoy cantando y la musicalidad del lenguaje a mí me transmita algo sugerente.

Cuando Luis de Benito (Radio 3) te propuso versionar una canción clásica, ¿por qué te decidiste por «Tannenbaum» de John Simon?

En realidad fue Luis el que me propuso la versión. Es un gran admirador de John Simon.

Si te soy sincero yo sólo le conocía como productor, pero ¡vaya productor! Probablemente The Band sean mi grupo favorito actualmente y Simon produjo sus primeros discos (los mejores para mí). También estuvo en el Bookends (1968) de Simon & Garfunkel, que está entre mis 10 discos de cabecera. Y bueno Janis Joplin, Leonard Cohen, Blood Sweat and Tears… cositas de poca monta, jajaja.

La cosa es que empecé por escuchar el John Simon’s Album de 1970 y flipé. A partir de ahí he descubierto un mundo nuevo. Su trabajo como compositor supera al de productor, así que imagínate que material maneja el hombre.

¿Qué sensación tuviste cuando John Simon se puso en contacto contigo para felicitarte y proponerte colaborar?

La verdad es que fue una sensación indescriptible, muchos nervios e incredulidad. Todavía me pasa. A veces me paro a pensar con quién estoy trabajando y me tiemblan las piernas, pero por suerte estamos en un punto en el que soy capaz de olvidarme y centrarme en la música que estamos generando.

Luego ese pensamiento vuelve y me vuelve el tembleque, pero todo bien, jaja.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con él?

Pues está siendo la experiencia más enriquecedora de mi vida. Trabajo casi todos los días. Me envía canciones, ideas, etc…y yo le devuelvo demos con ideas, arreglos y demás. Si le convence seguimos adelante y se implica en aspectos de producción. Así que no sólo estoy trabajando con canciones que, desde un punto de vista estructural, son diferentes a lo que yo hago como compositor sino que estoy aprendiendo aspectos de producción de una de las figuras más importantes de la música contemporánea. ¡No puedo pedir más!

Además de canciones tuyas, en el disco habrá otras versiones. ¿Nos puedes adelantar cuáles serán algunas de ellas?

La idea es publicar dos discos el año que viene.

Uno de ellos será exclusivamente de temas de John Simon interpretados y producidos mano a mano con él. De momento no puedo decir mucho más. “Tannenbaum” estará en la colección porque es el tema con el que empezó todo, pero hay unos buenos temazos por ahí. Espero que esto pueda publicarse en primavera.

En otoño me gustaría lanzar mi segundo disco. Está bastante avanzado, pero ahora mismo lo tengo un poquito aparcado porque el trabajo con John Simon ocupa casi todo mi tiempo. De todas formas sigo trabajando en él y creo que va a ser lo mejor que he hecho hasta la fecha. La cosa va por muy buen camino.

Para cerrar, tiendo a interesarme por otras escenas musicales, porque creo que es necesario alejarse del protagonismo de Madrid y Barcelona. En alguna entrevista hablabas de la poca presencia que tienen los músicos de Cantabria en los festivales de tu comunidad. Y es cierto, porque a veces parece que es que no hay escena cántabra. ¿Qué echas en falta para que pudiera conseguir una mayor visibilidad?

Esa pregunta ahora es muy complicada dada la situación. Creo que tenemos que esperar un tiempo para poder ir viendo la luz, pero es importante que sigamos produciendo material para que, cuando todo esto acabe, podamos salir a mostrar nuestro trabajo.

Tratando de responder a tu cuestión, es importante que nos demos cuenta de la importancia que tiene el arte (sea cual sea su vertiente) en nuestras vidas. En los meses más duros del encierro la música, la literatura, el  cine, etc… nos ha salvado la vida a muchos, así que no vendría mal un cambio de actitud de cara a los artistas. Creo que es posible programar eventos seguros que nos permitan seguir adelante y eso, ahora mismo, sin el apoyo de las instituciones es inviable.

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