«Top 10» de Alan Moore
Por 22 julio, 2024 20:330

Reeditado recientemente por ECC cómics, “Top 10” pertenece a esa segunda fila de clásicos indiscutibles creados por Alan Moore, el guionista de cómics más relevante de este último medio siglo. En este sentido, si bien no estamos ante una obra a la altura de su terna imbatible, conformada por “From Hell”, “Watchmen” y “V de Vendetta”, sí estamos ante una de joyas pertenecientes a sus diez cómics más relevantes, junto a tótems del medio como “Miracleman”, “Tom Strong”, “Promethea”, “La Cosa del Pantano”, “La liga de los hombres extraordinarios” o la siempre infravalorada “Providence”, para un servidor el acercamiento más brillante hecho en el noveno arte en torno al universo de H.P. Lovecraft.
Pero ahora vamos a lo que nos interesa, que no es otra cosa que la celebración del retorno de “Top 10” a las librerías. No en vano, estamos ante uno de los trabajos más brillantes que se han hecho en el mundo del cómic a raíz de una premisa futurista urbana. En este caso, por medio de Neopolis, verdadero personaje central de una historia cerrada en 325 páginas de oro puro, en las que conviven seres antropomórficos, robots, cyborgs, monstruos y humanos. Todos con características y poderes, que suman opciones para la vibrante red de tramas y subtramas hiladas por un Alan Moore excelso en la construcción de personajes como Jackie “Fantasma” Kowalski o el sargento perro Kemlo.
A partir de un reparto tan particular, los dibujantes Gene Ha y Zack Cannon realizan uno de los trabajos de su vida, empleando secuenciaciones de viñetas ideales para la disposición de los inconfundibles bocadillos de Moore, que para esta ocasión reduce la verborrea para configurar uno de sus trabajos más accesibles. Uno ideal para quien no haya catado aún las exquisiteces del genio de Northampton.
Retomando el arte de la dupla gráfica, resulta imposible no quedarse prendados por el nivel obsesivo de realismo en el trazo y el detallismo empleado en cada viñeta, a lo que hay que sumar el memorable uso de los contrastes en el color, de la mano de unos sembrados Alex Sinclair y Wildstorm FX.
Los homenajes y referencias están escondidos en cada rincón del escenario empleado, a través del cual somos testigos de uno de los policíacos de ciencia-ficción más originales que nos ha dado jamás este género. El mismo para el cual Moore tuvo como inspiración central nada menos que la mítica serie de televisión “Hill Street Blues”; en España, “Canción triste de Hill Street”.
Repleta de aventuras y misterios de cinco tenedores, el único pero que nos queda tras tan absorbente lectura es el hecho de saber que no hay continuación para una serie, eso sí, debidamente cerrada en un todo más que sobresaliente.
