Setenta minutos dieron para mucho.
Ya era hora, se lo merecían tras picar tanta piedra. Los británicos Architetcs sacudieron de manera rotunda los cimientos del Palacio Vistalegre este pasado martes 18 de marzo. Su sobresaliente nuevo trabajo The Sky, The Earth & All Between (Epitaph, 2025), motivo de su visita, les ha dado un empujón para granjearse una nueva legión de seguidores y afianzar a sus fieles, que horas antes del comienzo de su espectáculo ya llenaban los bares aledaños al recinto del barrio de Carabanchel.
Puntualidad británica y tras una intro con el “Don’t stop me now” de Queen, el grupo salió a escena a las nueve de la noche con la lección bien aprendida de ganar el combate por K.O. sin dar tiempo a recobrar el aire y con una sucesión de golpes directos y certeros. El riff inicial de “When we were young” ya sirvió para encender al público que explotó con la salida de Sam coincidiendo con el subidón del tema. “Whiplash”, uno de los singles más redondos de su último disco, fue el siguiente en hacer acto de presencia y con él el primer gran pogo cuando Carter obligó a los asistentes a agacharse coincidiendo con el momento pausado del tema para posteriormente provocar que todo el pabellón no parara de saltar. Aún sin recuperar el aliento “Giving blood” desató la locura. Tema de su celebrado For Those That Wish to Exist (2021) que fue junto a The Sky, The Earth & All Between el motor del concierto.
La única duda que sobrevoló el ambiente antes de echar a rodar la velada fue la de comprobar el estado de Sam Carter tras su lesión en la pierna días atrás en Francia. Pero visto tal y como se estaba produciendo el show, poco rastro quedaba o se notó.
La quinta marcha metida y la hipervitaminada “Brain Dead”, en la que colaboran House of Protection (proyecto creado por Stephen Harrison y Aric Improta, ambos ex-Fever 333), echó más gasolina al ambiente. El ritmo estaba siendo endiablado, sin apenas tiempo de afinar entre temas y con la banda centrándose solo en tocar. Cierto es que los británicos han centrado esta gira a un repertorio estanco, y con varios conciertos a las espaldas se les vio bastante sueltos y con la lección aprendida. Apenas unos breves speeches, por parte de su inquieto vocalista durante el concierto, fueron los momentos en los que sus fans más entregados a los pogos pudieron abrazar para tomar algo de aire.
Si se puede aplaudir el ritmo espídico durante toda la noche, quizás podamos entender que Architects dejaran el cronómetro parado a los setenta minutos. ¿Más vale cantidad que calidad? En esta ocasión no seré yo quien critique el escueto minutaje de un concierto que cumplió con la expectativas, donde las cuerdas vocales de Carter se mantuvieron en un excelente lugar alternando momentos más exigentes como en “Black lungs” o “Meteor”, con otros más melódicos con “Gone With the Wind”, dedicada a su fallecido guitarrista Tom Searle, o la azucarada “Everything Ends”.
Todo acaba, y el final estuvo coronado por la impresionante “Doomsday”, bendito Holy Hell, y “Blackhole” (¿puede ser el gran single de su último disco?). Tras un brevísimo parón para tomar un trago de agua de nuevo a la batalla con “Seeing red” y su icónica “Animals”. Qué manera de cerrar una noche que abrieron Guilt Trip, a los cuales no pude ver, y los belgas Brutus, a los que ya tuvimos la suerte de ver en el Mad Cool 2022, que para nada se arrugaron pese a poderse pensar que jugaban en territorio algo inhóspito. Arrancar con un tema como “War” fue toda una declaración de intenciones y en los casi cuarenta minutos que dispusieron sacaron a relucir sus mejores armas, con una Stefanie Mannaerts en estado de gracia, siendo totalmente hipnótica su manera de manejar la batería y cantar con esa furia. A la espera de un nuevo álbum el trío se centró en bucear por su Unison life, donde destacan temas como “Liar” o “What have we done”. Un magnífico calentamiento para el fuego de Architects.
Galería del concierto de Architects en Madrid
