Cuando el camino fácil no siempre es lo mejor
Por 28 julio, 2014 20:150


Desde el cálido sur, desde Sevilla concretamente, nos llega la apuesta musical de Kenedy, una joven banda que apuesta descaradamente por las melodías pop edulcoradas con destellos de folk, ya sean a través de composiciones de corte más íntimo jugando con las guitarras acústicas, o intentando crear un single potencial de consumo rápido.
Las primeras impresiones que se te quedan al escuchar Guts (Sello Salvaje, 2014) es que la banda juega sobre seguro, con un género y unos sonidos que bien podrían agradar a un joven “indie” de nuevo cuño como a su padre de cincuenta años, sin que dejara en ellos luego el poso suficiente como para que llegaran a recordar su nombre. Son los contras de apostar por un sonido tan aséptico y estandarizado, ofreciendo pocos destellos a los que agarrarnos.
“Wembley” su tarjeta de presentación y apertura del álbum ya nos deja claras estas intenciones y por donde irá el minutaje de Guts, como encontraremos posteriormente en “First Case Scenario” entre otras composiciones.
“Maida” o “Two” nos muestran la otra cara de Kenedy, la que prefiere la sonoridad moña acompañada de teclados y donde realmente la banda pincha. Aunque mirando la parte positiva del álbum destaca la rasgada voz de Íñigo Laspiur que en ciertos momentos consigue dar algo de vitalidad al conjunto o algún tema como “Devil by my side” donde la emotividad pop sí que consigue tener la fuerza adecuada.
A ver si para su segundo intento sí que saben dar en la tecla del género.